viernes, septiembre 10, 2004

Auster a mí...

Al comienzo de este blog os hablé un poco sobre “Experimentos con la verdad” de Paul Auster (aquí) y os conté brevemente alguna de las historias que están en el libro (aquí). Pues estoy empezando a pensar que debería escribir los encuentros y desencuentros que me cuentan y me pasan como hace el Sr. Auster.

Estoy en esa maravillosa época que son los exámenes de septiembre donde la mente bulle por infinidad de motivos exceptuando el que quizás sería el más importante, el de estudiar. Y el otro día tuve que ir a hacer un examen (que es lo que tiene esta época). Fui con mi amigo y compañero del metal Didakos, gran persona con la que he vivido muchas experiencias. Una de ellas, hace unos cinco o seis años, fue la de quedarnos tirados en la carretera cuando nos dirigíamos a un examen porque su moto se estropeó. Prisas, sudores, nervios... Él empujando la moto y yo cargando con cascos y mochilas. Nos teníamos que comunicar a gritos porque si no nos oíamos. “- ¿Cuánto falta? –Diez minutos!” “Venga!, nos quedan dos kilómetros!”. Llegamos completamente sudados y tarde por unos minutos, pero pudimos hacer el examen. No recuerdo como me fue pero sí os puedo decir que a los que llego tarde me suelen ir bien (y han sido más de dos...)
Y allí nos encontrábamos los dos (el conduciendo, yo de paquete) yendo por la misma carretera hacia un examen que nos esperaba, cuando percibí una fluctuación en la fuerza y pensé: ay! En ese momento notamos una pequeña sacudida en la moto y supimos que la correa se había roto. Años después nos encontrábamos en la misma situación. Tirados en una carretera, acalorados, nerviosos, pero con la diferencia de que esta vez nos escojonábamos de la risa. Vamos que la anécdota de Auster de los pinchazos de coche con su amigo, una mieeerrrda comparada con esta jejejeje

Y siguiendo con mis paranoias después empecé a pensar que los dioses no querían que hiciéramos ese examen. Habíamos quedado con la madre de la novia de Didakos para que nos llevara hasta allí, pero pasada la hora indicada no sabíamos nada de ella, no daba señales de vida. Ya nerviosos decidimos ir en su moto a casa de Didakos a por un casco para mí (sí, fui sin casco pero el tiempo apremiaba...). Después decidimos que lo mejor antes de un examen era hacer un poco de ejercicio y el último tramo nos bajamos de la moto y fuimos a pie. Después al llegar no sabíamos en que aula se hacía el examen y lo miramos en el tablero. Mmmm, ah, la 4A y 4B. Pues fuimos para allá y llegamos unos cinco minutos tarde. Al entrar sobraron las palabras, nadie dijo nada. Un profesor nos vio entrar y con cara preocupada nos dio los exámenes y nos hizo ademán para que nos sentáramos. La primera parte era un test, pero... yo recordaba que habían muchas menos preguntas. Y... estas eran mucho más técnicas, más complejas. Pensaba “Joder que no sé contestar casi ninguna...” Entonces se me encendió la lucecita y me levante para hablar con el profesor. Y, en efecto, mi intuición había acertado otra vez. ¡Nos habíamos equivocado de clase! Nos habíamos metido en un examen del mismo tema pero de otra rama. Cuando nos íbamos el profesor nos señaló la pizarra y vimos que ponía que los de nuestra rama teníamos que ir al aula magna... Y venga a correr otra vez. Debimos llegar casi veinte minutos tarde y esta vez tampoco hacía falta ninguna explicación, pero me vi con la necesidad de contarle lo sucedido. Y ojalá hubieran más profesores como éste en mi carrera. Uno que se preocupa por los alumnos, que enseña bien y con el que puedes tratar. Y lo que me sorprendió es que incluso gente llegó mas tarde que nosotros...
Pero bueno, que a los dioses les pueden ir dando porque hice ese examen y encima aprobé. Ale.

Y como iba diciendo... Auster a mí...

6 comentarios:

Rorschach dijo...

Autor original: J. Addams

pues yo creo que nunca conseguiré leer ese libro: en la biblioteca pública está pero no se encuentra, y en la librería de viejo me lo prometen pero nunca llega...
Seguro que luego me lo regalan tres veces o algo así. Por hablar.
Saludos

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Rorschach dijo...

Autor original: arkaninger

Ole ahí. Con dos cojones. Te falta decir que sacaste matrícula :P yo el septiembre que viene me veo igual que tú :D a ver cuántas apruebo durante el curso, tengo 12 asignaturas + libre configuración :S

(comentario importado del antiguo Haloscan)

Rorschach dijo...

Autor original: Rorschach

Una pena srta Jueves, las historias q cuenta Auster son de lo más curiosas. Y lástima q me vaya tan mal desplazarme pq sino estaría encantado de dejárselo.

Ánimo Arkaninger!. Tú sobre todo no desfallezcas :) Lo importante es q te guste lo q estudias. Mientras pase eso...
Y mmmm, bueno, saqué un notable :D nota q hacía tiempo q no sacaba jejeje

(comentario importado del antiguo Haloscan)

Rorschach dijo...

Autor original: Blackie

Bueno, el de día 20 mejor no repetir experiencia, no? jejejeje

(comentario importado del antiguo Haloscan)

Rorschach dijo...

Autor original: Rorschach

Na, q sería entonces sin la emoción? jejeje

(comentario importado del antiguo Haloscan)

Rorschach dijo...

Autor original: JQ

Imagínate cuando se mezcla el azar con las leyes de Murphy... si no es que son lo mismo...

(comentario importado del antiguo Haloscan)