Y a mí quién me mandaba meterme...

Estoy como una cabra. Y lo peor de todo es que me dejo convencer por amigos que están peor que yo.
Hace unos días me llamó Didakos por teléfono y me dijo que a mediados de noviembre se disputaba una media maratón y a ver si nos apuntábamos. Al principio me mostré reticente (como con cualquier nuevo proyecto que me propone, que los ha habido y muchos) pero al final acabé aceptando (reconozcámoslo, a mí también me hacía ganas). Nunca he corrido tanta distancia (ni siquiera se me ha pasado por la cabeza), el recorrido tiene cuestas en las que te dejas las piernas y vamos a empezar el entrenamiento casi de cero porque hace ya un tiempo que no vamos a correr. Así que tenemos dos meses, mis maltrechas rodillas y yo, para prepararnos para aguantar 21 kilómetros seguidos corriendo. Será todo un reto y lo vamos a intentar, pero llevamos ya dos días entrenando y como sigamos machacándonos tan a lo bestia no sé si llegaremos enteros. Si es que estoy como una cabra... y Didakos más :p
Lo único que me tiene un poco preocupado es que mis rodillas aguanten...

Y los que no dejan de sorprenderme son los americanos. No contentos con las imágenes de las abuelitas disparando a blancos con pistolas semi-automáticas o madres de familia probando armas delante de sus críos, ya pueden hacerse con su fusil o rifle de asalto preferido en la tienda de armas de la esquina. Yo cada vez alucino más. ¿Pero qué pretenden? ¿Se sentirán más seguros teniendo una M-16 en su salón? ¿O querrán garantizar su seguridad a base de una guerra de guerrillas en su barrio? Mmmm, quizás se quieran preparar para una posible invasión enemiga. Quién sabe cuando algún fanático y adinerado islamista puede contratar un inmenso ejército para atacar los EEUU. Ya saben, hay mucho terrorista suelto...
En el telediario salía un jefe de policía diciendo que los delincuentes estarán más y mejor armados que los propios agentes de la ley y recordé la escena inicial de “Depredador 2”, esa donde la policía intenta contener como buenamente puede a unos traficantes de drogas que están atrincherados armados hasta los dientes con todo tipo de armas.
Y eso de ser la tierra de la libertad y las oportunidades... a mí me parece que siguen sumergidos en la ley del salvaje oeste.
Si es que la realidad cada vez se parece más a una partida de Cyberpunk...

PD: Me encanta internés y Emil es un crack