domingo, marzo 27, 2005

Beso en el Caos

El miércoles acudí a la presentación del libro de la joven poeta palmesana Raquel Gelabert, “Beneath the shadows / Debajo de la sombra”, y no pude más que quitarme el sombrero ante la inmensa sinceridad y madurez que transmitía esta mujer al hablar.
Los poemas de este libro están escritos originalmente en inglés y ella misma los ha traducido al castellano. Aquí os dejo uno:


BESO EN EL CAOS

Era una fría y lúgubre noche de tormenta.
El cielo cedía a la tristeza hundido en lágrimas
golpeando temerosas la tierra desolada de la ciudad
gritando al mundo, que escuchaba en profundo silencio,
su pena desconocida...

Estábamos temblando, no sé dónde, apenas protegidos
bajo un viejo y olvidado puente de madera.
Los dos podíamos percibir el vacío emergente
que invadía las calles en derredor.
La noche no tuvo piedad con nuestras almas
pues la oscuridad era la única luz sobre nosotros.
En un instante el cielo ardía gimiendo impotente
Mientras los rayos cortaban su carne en tiras;
cundía luego una sobrecogedora calma, tragada
por aquella oscuridad distante que nos desconcertaba.

Los dos nos encogíamos, perdidos en tanto dolor desconocido.
Podíamos sentir nuestra existencia desapareciendo poco a poco,
absorbida por el repentino estruendo que resonaba
a través de nuestros cuerpos temblorosos...

Sentíamos tan débil nuestro ser, tan insignificante,
hundido en soledad bajo la pesadez de la noche, acallado
por aquellas torrenciales gotas de lluvia
que lloraban inmersas en sus heridas,
penetrando nuestros corazones jóvenes,
forzando tanta confusión, tanta agitación.

No podíamos ya permanecer inconscientes
a todo aquel dolor, a tanta tristeza...

Y cuando nos rendíamos, dejándonos
arrastrar sin apenas resistencia, perdidos, de repente,
a la luz de relámpago
nos vimos un instante,
sentimos en nosotros una fuerza escondida
más poderosa que el grito de la naturaleza,
surgiendo como un torrente salvaje
empujado por una explosión de sentimientos incontrolados
que nos hizo estrecharnos más,
y mientras contemplábamos nuestros ojos como nunca antes,
nuestros labios se sellaron en un ardiente y apasionado beso...

En aquel instante de verdad todo a nuestro alrededor se detuvo.
No había lluvia, ni rayos, ni estruendo, ni puente,
ni tan siquiera oscuridad... Tan sólo nuestras almas
fundidas en una sola. ¿Cuánto duró aquella escena?
No podríamos decirlo, ni siquiera ahora, pues aquel momento
quedó suspendido indefinidamente en nuestros corazones.

Más tarde, al separarse nuestros labios, la venganza de la noche
se hizo oír claramente. La tormenta se tornó de un frío hielo,
ensordecedora, gritando su ira ante nuestra rebelión.

Pero algo había cambiado en todo aquel caos...
nosotros.

Ya no temblábamos, ya no nos sentíamos confundidos.
Nos incorporamos, dándonos la mano con fuerza,
Sintiendo tanto calor y tanta protección en nuestro tacto;
y comenzamos a caminar, ya sin mirar atrás,
ajenos a cuanto dejábamos. Aunque anduvimos a ciegas
la oscuridad no podía alcanzar el paso de nuestros deseos
mientras nuestras figuras se desvanecerían,
atravesando el vacío del tiempo
en aquella fría, sombría... memorable noche de tormenta.




En la traducción al castellano le falta quizás la sonoridad y ritmo que tiene el original, pero no lo pondré para no extenderme demasiado.

2 comentarios:

Rorschach dijo...

Autor original: JQ

Sólo el título original del poema ("Kiss among chaos") tiene más fuerza que toda la traducción. La verdad es que hay algunos muy buenos.

(comentario importado del antiguo Haloscan)

Rorschach dijo...

Autor original: Fx

Es prosa:-))

Saludos!

(comentario importado del antiguo Haloscan)