De casualidades y mundos en miniatura

Tenía algunas ideas sobre lo que escribir, esbozos empezados de posibles posts, pero lo del domingo no puede esperar. A veces suceden cosas que parecen demasiado alucinantes e increíbles como para pensar que han ocurrido de verdad.
Y tengo que escribirlo ya, sin más demora, porque este post ha estado a punto de incorporarse a la biblioteca de Lucien en la sección de “post jamás escritos” como tantos otros...

El mundo cada vez me parece más pequeño y es sorprendente la cantidad de “casualidades” que pueden coincidir o desembocar en cierta situación.
Esto ocurrió mientras estaba trabajando con el Dr. Wofyu en quizás mi último fin de semana de trabajo allí (aunque seguramente caerá algún otro día en el futuro).

Lo conocimos el sábado. Hubiese sido un cliente más que venía a hacer una recarga de móvil si no fuera por sus brazos llenos de tatuajes, su alta estatura, sus largas melenas, que chapurreaba el castellano y que le dijo al buen doctor que le hiciera la recarga de cincuenta euros (seguido de una evidente pregunta de confirmación por si no controlaba demasiado los números y se había equivocado).
O quizás sí... fue un cliente más.

Al día siguiente volvió y al verlo esperando hasta que le pudimos atender, mi triste memoria no lo situaba todavía. Y mientras él me miraba con una sonrisa yo seguía dándole vueltas... Fue entonces cuando le tocó y le recordé.

Dio la casualidad que ese día llevaba la camiseta del Rock Machina Festival al que asistí hace ya algunos años. ¿Fuiste al Machina?, me chapurreó nada más tenerme delante. ¿Qué año?
Pues resulta que él también estuvo. Oh, pero si creéis que ahí se acaba todo, estáis muy equivocados. Hay mucho más.

Las “coincidencias” me siguen fascinando, sobretodo en la gran medida en que se producen. Pero prefiero no alargarme con esto... Fue aquí cuando el perspicaz doctor le preguntó si asistió al Machina tocando o escuchando. Y nuestro querido cliente melenudo nos contestó con una amplia sonrisa que ambas (en inglés).

Teníamos delante al bajista de un grupo de heavy metal que tocó el año anterior en ese mismo festival y que en el año que fuimos se encargó de presentar antes de que tocaran “a mis amigos, los Gamma Ray!!”. ¡Madre mía, era alucinante! Vale que toca en Metalium y no haya escuchado nada (es que existen demasiados grupos a los que escuchar y como de power metal escucho muy poquita cosa...). Pero sin duda no es un bajista cualquiera y... conoce a Kai Hansen!!

Cuando nos explicaba que vivía en Hamburgo y venía aquí para trabajar (en esta cutre ciudad de una pequeña islita) no me lo podía creer. Y que vivía en un hostal cerca del videoclub que está en una zona digamos algo movidita, trabajando en un estudio de grabación cerquita de ahí (y de mi casa!!).

Vamos, fue increíble. Volvió más tarde para comprar unas cosillas y charlar con nosotros. Leímos que era un hombre muy agradable y enrollado y es totalmente cierto. La pena fue la distancia de los idiomas, que a veces hacía que no nos entendiéramos muy bien o que incluso yo no me atreviera a preguntarle nada por esa misma razón.

Ay... y todo esto fue un día antes de la noche de Halloween, mítica y fabulosa canción del ex-grupo de Kai Hansen, “Helloween”.

“A knock at your door
Is it real or is it a dream
On trembling legs you open the door
And you scream... on halloween”


Y lo más gracioso de todo es que ni siquiera tenía muy claro si ese fin de semana seguiría todavía trabajando...



PD: Esto no es normaaaal!! Entrado noviembre y con este calor! Que vamos todos en camiseta de manga corta incluso por la noche. Por diooosss, que como siga así me veo celebrando la Navidad en bermudas!!