De retornos y de imperceptibilidad

Descorchad el champán, salid al balcón y mostrad al resto del mundo vuestro júbilo, abrazaos a vuestro seres queridos, saltad, llorad de alegría...
No, compañeros bloguerianos, no es Año Nuevo, sino algo más importante. Un buen amigo ha renovado la imagen de su bitácora y la ha retomado después de demasiado tiempo. No dejéis de visitar El espejo y la mirada. Esperemos que haya vuelto para quedarse.


Y ya que os comenté ayer algo de los descubrimientos televisivos nocturnos, os voy a hablar de otro.
Y es que no paran de sorprenderme. Según contaban en un programa, un 30% de la materia que lo compone todo nos es invisible. No se puede ver y ni siquiera tienen ni idea de lo que puede ser. Sólo saben que está ahí (creo recordar que lo dedujeron por cálculos hechos con la masa de los objetos). Puede que esté compuesto por algo de lo más vulgar o algo realmente excepcional. ¿Y qué propiedades podría tener? Y a esto añado yo, ¿puente entre dimensiones?, ¿posible explicación de fenómenos “paranormales”?, ¿¿¿qué sea el mismo compuesto del que están hechos esos 21 gramos que pierde el cuerpo humano justo después de morir y nadie sabe por qué???
Qué demonios será...

Y si esto ya me pareció chocante, lo mismo sucede con un 70% de la energía... Wow.