Estoy indignadísimo. No sé si es que el sentido de humor de las personas se ha degradado hasta tal extremo para divertirse con estas cosas o si la televisión ha perdido la poca noción de ética que pudo tener en alguna ocasión.
En un momento del programa llamado APM (el cual mezcla diferentes momentos de las cadenas televisivas en un montaje que suelen tener gracia) comenzaron a emitir gente golpeándose. Así, sin más. Una sucesión rápida de escenas en que personas se pegaban a mamporrazo limpio. Esto ya me molestó pensando en la puñetera falta que hacía mostrar esas imágenes y preguntando dónde leches encontrarían la gracia, hasta que al llegar a cierta escena me entraron las náuseas.
Ante mis ojos, en un supuesto sketch gracioso de gente aostiándose limpiamente, estaba contemplando el comienzo de una brutal agresión de un padre hacia su hija. Tal cual.
No sé si pudisteis ver las imágenes en algún telediario o en cualquier parte (y si no mejor para vosotros) de la paliza que infligió el entrenador, y también padre, de una de las chicas que competía en el último mundial de natación por no haber conseguido ganar. Yo sí las vi. Y ante la mirada llena de terror de la chica, ante los terribles temblores de su cuerpo debido al pánico y pensando en la presión a la que la habrá sometido durante todos estos años, de lo que habrá sido capaz estando a solas con ella, dándome cuenta del claro sometimiento que reflejaba hacia él, no pude evitar romper a llorar.
¿Y ahora se dignan a ponerlo como parte de unas imágenes refrescantes y divertidísimas?
Váyanse a la porra!!
En un momento del programa llamado APM (el cual mezcla diferentes momentos de las cadenas televisivas en un montaje que suelen tener gracia) comenzaron a emitir gente golpeándose. Así, sin más. Una sucesión rápida de escenas en que personas se pegaban a mamporrazo limpio. Esto ya me molestó pensando en la puñetera falta que hacía mostrar esas imágenes y preguntando dónde leches encontrarían la gracia, hasta que al llegar a cierta escena me entraron las náuseas.
Ante mis ojos, en un supuesto sketch gracioso de gente aostiándose limpiamente, estaba contemplando el comienzo de una brutal agresión de un padre hacia su hija. Tal cual.
No sé si pudisteis ver las imágenes en algún telediario o en cualquier parte (y si no mejor para vosotros) de la paliza que infligió el entrenador, y también padre, de una de las chicas que competía en el último mundial de natación por no haber conseguido ganar. Yo sí las vi. Y ante la mirada llena de terror de la chica, ante los terribles temblores de su cuerpo debido al pánico y pensando en la presión a la que la habrá sometido durante todos estos años, de lo que habrá sido capaz estando a solas con ella, dándome cuenta del claro sometimiento que reflejaba hacia él, no pude evitar romper a llorar.
¿Y ahora se dignan a ponerlo como parte de unas imágenes refrescantes y divertidísimas?
Váyanse a la porra!!