“A un corresponsal que parece sufrir una conmovedora ignorancia de los abusos le horroriza que debamos “ridiculizar y satirizar al mismo público de cuyo apoyo dependemos”. Así que, dóciles, informamos a nuestro corresponsal de que, remordida nuestra conciencia por ofensas antiguas, hemos decidido no volver a pecar. De ahora en adelante, los rayos de nuestro desagrado se dirigirán exclusivamente hacia la política estatal y la estructura social de los patagones, de quienes esperamos conseguir que se avergüencen sinceramente de sí mismos en menos de un mes, con el consiguiente e indescriptible progreso del buen gobierno y la moralidad cristiana. Es ciertamente vergonzoso que un periódico satírico mancille su buen nombre y utilidad atacando a los granujas del mismo país en que se publica.”
0 comentarios:
Publicar un comentario