miércoles, enero 05, 2011

Propósitos de Año Nuevo

Nunca he sido de los que al comienzo del año escriben una lista llena de buenas intenciones y voluntad y, por sistema, ignoro completamente los rankings y resúmenes con lo mejor del año anterior.
Pero he pensado que, aprovechando que se cumple el primer aniversario de mi aventura en esto de ser autónomo, podría hacer balance, no con el deseo de realizar una serie de acciones beneficiosas en el futuro, sino como recordatorio de cuáles son los objetivos a cumplir, el camino a seguir.

Así que ahí va la lista:

- Escribir. He perdido la costumbre de escribir y se nota, estoy muy oxidado. Me cuesta hilvanar las palabras y, aunque siempre he blandido más la espada para soltar mandobles al papel, que cogido la pluma para escribir sobre él, cada vez me cuesta más trabajo. Debo escribir. Cada día. Lo que sea.

- Avanzar con el proyecto de quehayenlanevera.com e ir añadiendo funcionalidades (¡¿Cómo?! ¿Todavía no he escrito el post? Si es que no tengo perdón de dios...)

- Sacar otro proyecto antes de que acabe el año.

- Leer por lo menos un libro al mes (sin contar, claro está, los académicos ni los comics). Soy demasiado lento leyendo y en mi perpetua batalla con las palabras, la mejor arma es la constancia.

- No desfallecer en la UNED. ¿Conseguiré acabar la licenciatura antes de que sea retirada por el grado? ¡Manténganse atentos a su pantalla!

- Dedicar las horas suficientes a trabajos que ingresen dinero. Comer es un vicio muy caro.

- Aprender nuevos campos (Inteligencia Artificial, Teoría de Juegos, programación en Flash...) y continuar mejorando en otros (MySQL, PHP, javascript...).

- A pesar de todo lo escrito anteriormente, reservar una hora al día y un día a la semana para ocio y otras actividades.

- Para llevar la contraria a los propósitos más cotidianos, engordar un par de kilos.

- Para seguir con la tónica habitual, continuar con los ejercicios físicos y no olvidar la salud.

Creo que hay más... alguno me debo dejar. Si me acuerdo más adelante siempre puede ser un buen propósito de mitad de año... o también podría dejarlo para que cumpla el lugar de la tópica buena intención que nunca realizamos.